Con una trayectoria de casi 30 años en el mercado inmobiliario y financiero, además, consultor jurídico externo de entidades del sector financiero e inmobiliario nacional e internacional, públicas y privadas, en temas relacionados con el Derecho Financiero e Inmobiliario para establecimientos bancarios, sociedades fiduciarias, sociedades constructoras, asociaciones gremiales, y para entidades del sector público en la República de Colombia y República Dominicana.
¿Cuáles diría que son los aspectos más relevantes para lograr una carrera exitosa de casi 30 años? ¿Qué lo llevó a incursionar en esta industria? DV: Mi primera experiencia fue sumamente formativa y empezó en la universidad, en mi segundo año de la carrera de derecho, había varios profesores que trabajaban en el área de banca en el área de financiación hipotecaria de vivienda, empezaron a vincularme a prácticas con este grupo empresarial para finalmente empezar a trabajar con ellos como abogado, estuve 10 años en esta entidad y logré el cargo de Vicepresidente Jurídico, esto me llevó a otras áreas como abogado independiente donde trabajé con desarrolladores y el ministerio de vivienda con el gobierno nacional.
Logré hacer un tránsito por varios sectores para entender la integralidad de cada uno. Todo esto me dio una visión más amplia de lo que yo llamo, el ecosistema inmobiliario.
“Debemos comprender que, todos los inmobiliarios, desarrolladores, evaluadores, bancos, aseguradores, etc., somos actores dentro un gran ecosistema inmobiliario que está absolutamente entrelazado, que lo que pasa en uno afecta el otro y entender lo que integra cada uno es clave del éxito.”
Siendo FEDELONJAS una red que agrupa a tantos sectores del mercado inmobiliario, ¿Cómo se ha canalizado el fenómeno crisis-oportunidad que ha traído la pandemia en los últimos dos años?
DV: En FEDELONJAS, tenemos algo que no tiene ninguna otra asociación, y es que, nuestros agremiados directos son las asociaciones regionales que llamamos lonjas de propiedad raíz y los inmobiliarios se afilian a las lonjas. Dentro de nuestra red no están solo los agentes inmobiliarios, sino que, los evaluadores, administradores de condominios también son parte y esto nos permite una diversidad de oficios que están representados por nuestro gremio. Esto nos ha permitido ampliar la visión y estrategias para enfrentar este tipo de situaciones.
En los últimos 15 años el Producto Interno Bruto (PIB) del sector inmobiliario había presentado un crecimiento del 3,2% promedio sostenido, sobresaliendo de los demás sectores y cuando llegó la pandemia fue como si se apagara un interruptor. El sector inmobiliario entendió que se debía trabajar con solidaridad y unión lo cual resultó ser la clave para seguir adelante y adoptar estos nuevos cambios tecnológicos y de consumo que trajo la pandemia.
En Colombia durante la pandemia y después, se evidenció la potencia que tiene el sector inmobiliario, la enorme fortaleza, resiliencia y capacidad de volverse más fuerte.
¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento para el mercado inmobiliario colombiano en el 2022?
DV: En general, el Producto Interno Bruto (PIB) creció al 10,6% en Colombia durante el 2021 y el de actividades inmobiliarias un 2,6%, bajo ese nivel de proyecciones los expertos están pensando que, para este año, crecerá entre un 6% y 7%, una cifra extraordinaria, y para el caso de actividades inmobiliarias un crecimiento de hasta un 3,2%.
Definitivamente, hay una lista de factores nacionales e internacionales, guerras, temas políticos, económicos y sociales que van a definir el comportamiento de este fenómeno, como la situación de transporte marítimo, una inflación que ha venido presionando nuestras economías, en créditos de vivienda se están subiendo las tasas de interés y se empieza a ver una contracción, sin embargo, la proyección es muy positiva.
Dentro de las tendencias globales sobresalen términos como: sostenibilidad constructiva, conectividad y espacios verdes, ¿Está de acuerdo con que este es el futuro de los bienes raíces? ¿Qué otra tendencia considera importante?
DV: El mercado ha dado una vuelta muy grande, aunque estas no son tendencias nuevas, la pandemia hizo muy evidente la necesidad de valorar estas iniciativas de temas verdes en el sector e hizo el proceso mucho más acelerado.
En Latinoamérica se ha intensificado la demanda de viviendas de formato medio en cuanto a área, en Colombia los inmuebles que más se venden son los de 60 m2 a 100 m2, esto porque los proyectos están ofreciendo complementos como espacios verdes, ubicación estratégica, y una serie de prioridades que van readecuando la industria. El nicho de vivienda usada es una de las más importantes así que, probablemente veremos demoliciones para construir desde cero y también el uso de materiales ecológicos para mejorarlas.
La forma de negociación de los inmuebles en un mercado internacionalizado con tecnología es una necesidad, convertirnos a un mercado inmobiliario digital, transacciones digitales será el reto en los próximos años.
Recientemente fue nombrado Presidente de CILA, ¿Cómo ha sido asumir este cargo? ¿Cuáles son sus expectativas para este año?
DV: Mi presidencia inició en diciembre del 2021 y tuve la fortuna de suceder a la Sra. Ofelia Ulloa quien realizó una extraordinaria labor dinamizando a CILA.
Los retos son enormes para tan poco tiempo, CILA está en una etapa de madurez, hoy en día la conforman 18 países desde México hasta Argentina. En esta oportunidad la presidencia le correspondía a un miembro del cono sur y se decidió que fuera Colombia.
Tenemos una gran tarea y es la formalización de la actividad del inmobiliario, países como Argentada, Perú, Ecuador, Panamá han dado grandes pasos en esta labor mostrando una historia de avances con normas legales o requisitos para regular esta actividad. En el caso colombiano no hay una ley que regule este ejercicio por lo que, es una misión titánica.
En temas de inversión extranjera en el mercado latinoamericano se busca fortalecer aún más a través de las buenas relaciones que CILA mantiene con Europa y Estados Unidos, esto de la mano con la organización del Congreso Latinoamericano de Bienes Raíces como es tradición cada año.
¿Qué podemos esperar del próximo Congreso Latinoamericano de Bienes Raíces, ¿Cómo va la planeación?
DV: El congreso será toda una experiencia, donde la calidez y cercanía de los asistentes se sienta y se traduzca en networking y negocios, la agenda será diferente con actividades interactivas y educativas con un precio muy asequible.
Se llevará a cabo del 10 al 13 de agosto en alianza con FEDELONJAS, la novedad es que se realizará en Cartagena y Barranquilla, 2 ciudades que están muy cerca una de la otra, Barranquilla se ha consolidado en los últimos 5 años como la ciudad con mayor desarrollo inmobiliario en todo Colombia en residencial y no residencial, es un importante centro de eventos nacionales e internacionales con una gran infraestructura y estructura organizacional en este ámbito, además, muy conocida por sus carnavales.
Toda la logística de traslado estará incluida dentro del precio de inscripción.
El Congreso cerrará con una fiesta muy hermosa en las playas de Cartagena desde el Hotel Hilton.
En cuanto a la modalidad será 100% virtual y analizaremos la virtualidad más adelante dependiendo de la situación de mercado con la pandemia.
Más información del Congreso en: www.lacila.org
¿Qué nos puede comentar sobre la inversión extranjera y las estrategias que deben adoptar los países para atraerla en las circunstancias que estamos viviendo?
DV: Dependerá de las bondades de cada país y como sacarles provecho a las fortalezas de este mercado, en el caso de Colombia, tenemos regiones turísticas como: Cartagena, Santa Marta, Pereira, Manizales, El Eje Cafetalero y ciudades como Bogotá y Medellín que son zonas donde la inversión inmobiliaria es muy atractiva. Establecer una línea generalizada para cada país cuando cada uno tiene sus particularidades es complejo, pero enfocarse en entender la globalización es un gran acierto, capacitarse no solo local sino internacionalmente, y, algo muy importante es comprender los tipos de inversionistas y el tipo de producto que tiene para ofrecer.
¿Qué piensa acerca de las nuevas tecnologías para hacer transacciones como la de la tokenización en el sector inmobiliario?
DV: La tecnologíaque está inmersa enla tokenización tiende a confundir, significa la digitalización de las propiedades, pero estos conceptos ya existían desde hace tiempo, simplificarlo es importante para saber manejar estos nuevos sistemas y asegurarse de la solidez de las transacciones, tiene que ver con confianza, entender muy bien la seguridad de la inversión. Los inmobiliarios deberán capacitarse al respecto. Esto llega para quedarse y debemos estar al tanto de lo que significa.
Por su parte, los cripto activos van a pasos agigantados y es algo a lo que nos estamos acoplando. Cada país deberá dar sus saltos.
Como líder de mercado, ¿Qué recomendación amerita el estar inmerso en el mercado inmobiliario en este momento y desde un punto de vista positivo?
DV: Podríamos decir que la pandemia ha sido una de las crisis económicas más duras después de las guerras, pero ante los obstáculos la única manera de superarlos es con positivismo, con energía y empuje. Lo primero es estar convencidos de que somos parte de un sector que es eje central de las economías de los países, el inmobiliario es pieza fundamental para el desarrollo económico y social de cada país, creerlo e interiorizar le dará las herramientas para potenciarse en su área.
Latinoamérica es un referente, está en el ojo del resto del mundo y la conectividad es la clave del éxito para tomar las oportunidades e intercambiar experiencias para crecer e internacionalizarse en este negocio.
